miércoles, 25 de septiembre de 2019

Destino: El Far de Sant Sebastià

¡Buenas a tod@s!,

Ayer fue festivo en Barcelona y decidí hacer una salida en moto en solitario.

En un principio tenía planeado subir a Sort y que la ruta me ocupara todo el día, pero al ser entre semana pensé que sería mejor idea hacer una ruta algo más corta y que por la tarde me permitiera no estar destrozado.

Así que salí de mi pueblo y fui hasta Mataró, donde cogí la carretera de Mata (BV-5031). Allí aproveché para firmar un geocaché que estaba justo en el arcén y era de los típicos "Park'n'grab".


Después de llegar a Arenys de Munt crucé la carretera para seguir por Sant Iscle y Sant Cebrià de Vallalta y así redondear esta carretera para llegar a la NII.


La carretera en esta parte estaba algo más húmeda y aun habían restos de tierra por la carretera fruto de las llúvias de la semana anterior.


Aun así el sol hacía acto de presencia y la temperatura era muy agradable. Aunque el Buff y la sudadera no me la había quitado aun. Esta época es un poco mix por la ropa que llevamos, y es que los que somos frioleros o tenemos tendencia a costiparnos, tenemos que ir con cuidado :-)

Al llegar a la NII paré en el mirador a pié de carretera de Sant Pol de Mar para tomar una foto.


De Sant Pol hasta Lloret es NII aburrida, con tráfico y monótona, si alguien sabe alguna carretera alternativa que lo diga! :-D

La carretera entre Lloret y Tossa de Mar es corta pero muy guapa para rutear en moto, se gana altura y hay unas curvas muy trazables. Tengo entendido que es un sitio muy concurrido para ir en moto.

Justo después de Tossa empiezan las 365 míticas curvas de la carretera de Tossa a Sant Feliu y en la tercera o cuarta curva, muy cerrada, se cumplieron varios factores (frenada fuerte, plegarse demasiado, velocidad baja) y metí la primera rallada en el carenado...

Un fuerte ruido y un golpe inesperado en la moto me hicieron saltar las alarmas.

Paré, como no, en el mirador de la postal de Tossa y evalué los daños...


No eran demasiados pero no deja de dolerme haber rallado mi moto... con lo que la cuido yo :-/

Proseguí mi camino ya que el mirador estaba petado de gente y me fui parando varias veces durante el trayecto. Esta carretera es magnífica.



Una vez terminada la carretera cogí la C35 (la autovía en si) para poner rumbo directo al Far de Sant Sebastià... así que hice varios km a los 100km/h de límite de la autovía.

Al llegar al Far me quité por fin el casco y la chaqueta y es que ya hacía bastante calor pese a que hemos entrado en otoño.


El Far esta en el término municipal de Palafrugell, data de 1857 y su luz llega hasta las 32 millas náuticas, es el más potente de todo el litoral catalán.

Esta situado a 169m de altitud y tiene unas vistas privilegiadas, sobretodo, de Llafranc.




Al faro le tengo un cariño especial y es que de pequeño veraneé mucho por la zona y el faro tenía un magnetismo imposible de evitar para un niño pequeño que lo veía desde abajo con una potencia y una majestuosidad imponente. Siempre quería subir a verlo y eso no ha cambiado nunca... diría que no ha habido ningún año en el que no haya subido una vez mínimo.


Todo y la sensación de logro debía poner rumbo para casa ya que había quedado para comer con mi mujer, así que enfilé la bajada por la C35 hasta Vidreres...

La Forza en este punto la llevaba a 100km/h clavados con un consumo instantáneo de 1,9 litros... menudo mechero!

En lugar de coger la AP7 seguí por la C35 para volver por Hostalric, Sant Celoni etc... Fue una bajada aburrida ya que había mucho tráfico.

Eso sí, antes de llegar al Maresme me hice un Parpers y paré en la cima para intentar descubrir un geocaché que tenía pendiente, aunque no hubo éxito... era en la capilla que había arriba.


Esta capilla en sus inicios se llamaba Capilla de Cristo Rey, ya que se construyó en 1941 para recordar toda la gente que fue fusilada durante la última guerra civil española.

Se rebautizó hace unos años para homenajear a todos los muertos (de un bando y de otro).

La bajada de Parpers, preciosa por paisaje y asfalto, fue muy bien, aunque ya hacía un calor bochornoso, así que una vez abajo cogí la autopista y llegué a Badalona donde me esperaban para comer.

Al final salieron 270km con una media de 2.0 litros a los 100km. La Forza, como siempre muy cómoda para hacer tiradas largas.

Mis compañeros del Forza Team me comentaron que la raspada contra el suelo de la plegada al final es una herida de guerra, así que, ni tan mal :-)))